15 julio 2007

Entrevista por Eve Gil


de El Juego de las Sensaciones Elementales :


¿De dónde surge la idea de esta autobiografía a cuatro dedos?

Durante una de mis visitas a la ciudad de México, tuve oportunidad de desayunar una mañana con Eduardo Mejía quien acababa de publicar un libro sobre Gabriel Zaid, más bien una antología. Conversamos animadamente y poco después yo regresé a Bloomington, Indiana, que es donde vivo. Ya en casa unos días después recibí un correo electrónico de Eduardo, que es más o menos el primer capítulo de El Juego de las sensaciones elementales. Me contaba el recorrido que hacía para ir a una oficina que compartimos durante algunos años, las calles que recorría y un sin fin de nimiedades que me dio mucho gusto evocar. Entonces le propuse que hiciéramos un libro para reconstruir esa época, esos años en esa oficina que se llamaba Equipo Creativo, adonde hicimos tantos trabajos supuestamente importantes. Muy poco tiempo después yo hice mi capítulo, y luego él otro, y yo otro. Esto planteaba un problema estructural que me resultaba interesante. La narración siempre se dirige a un narratario, es decir alguien a quien está destinada. Así los capítulos que escribía Eduardo me los dirigía a mí, y los que yo escribía se los dirigía a él que no dudaba en hacerme correcciones y rectificaciones, ya que su memoria es realmente excepcional. Cuando avanzamos un poco en ese proyecto, que duró unos meses, Eduardo me dejó a mí la opción de titular los capítulos, así como el libro en su totalidad. Y ya el libro en pruebas finas él me sugirió subtitularlo Autobiografía a cuatro dedos, porque ambos escribimos ahora en las computadoras con sólo dos dedos. Lo que llamo “sistema bíblico”, es decir, busca y encontrarás. Yo empecé a publicar artículos en los periódicos a los 10 años de edad y desde entonces no he dejado de escribir, por lo que nunca tuve o no quise perder ese tiempo de escritura, intentando escribir con todos los dedos. Me imagino que la historia de Eduardo debe ser similar. Aunque debo señalarte que casi toda la gente que me ha visto escribir con el dedo índice de la mano derecha, se sorprende de la velocidad que alcanzo al recorrer el teclado, usando sólo el índice de la mano izquierda para las “a, q, s, z y ocasionalmente la e”, además de la tecla de mayúsculas.


¿Qué intenta expresar el título de la obra?

La historia que contamos es una historia de encuentros felices, con el trabajo realizado, con los amigos, con la comida, con los proyectos, con las amadas mujeres. Se cuentan unos años, o meses de felicidad y desencuentros, pero donde todos los que intervienen tienen el deseo de hacer cosas....




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